lunes, 13 de marzo de 2017

REDIBUJANDO EL FUTURO




Totalmente de acuerdo en que es muy importante y realmente necesario que se trabaje desde la infancia el conocer otros tipos de modelos de oficios y profesiones como parte del proyecto de coeducación.
Se trata que desde su edad más temprana vayan adquiriendo unos conocimientos, conceptos, actitudes y hábitos que les irán introduciendo en el mundo en el que más tarde se tendrán que desenvolver.
Es necesario hacerles ver que todas las profesiones son importantes, que cada una representa un eslabón importante en la cadena de funcionamiento de una ciudad, por lo que todas tienen un gran valor.
La desigualdad entre las personas es una realidad que hay que trabajarla dentro y fuera de las aulas, de tal manera que podamos despertar en niños y niñas el análisis crítico de la realidad que les rodea mostrándoles situaciones de trabajo no estereotipadas.
Desde siempre se ha relacionado con las mujeres las tareas relacionadas con el ámbito doméstico y sin valorar la mayoría de las veces el trabajo realizado y el tiempo en llevarlo a cabo. Esta forma de relacionar el trabajo doméstico con el sexo femenino es una distinción sexista del empleo basándose en la realización de trabajos y actividades en función de los roles de género adjudicados socialmente.
Dentro del llamado trabajo productivo también existen diferencias según el sexo, ya que los sectores a los que acceden hombres y mujeres son distintos. Las mujeres siguen accediendo a sectores clasificados “femeninos” (servicios, sanidad y educación), mientras que los hombres a los considerados “masculinos” (construcción, industria…). Las diferencias existentes son consecuencia de la existencia de prejuicios en relación a las capacidades de hombres y mujeres. Igualmente podríamos hablar de la diferencias en el sueldo, tipo de contrato y jornada, o ya no digamos de las posibilidades de ascenso según el sexo del personal laboral.
Aún hoy las mujeres siguen eligiendo estudios relacionados con el comercio, la confección, la sanidad, la imagen personal, el marketing, la administración y en mucha menor proporción las profesiones técnicas. A la hora de acceder a un puesto de trabajo de bombera, de gruísta, o de carretillera, entre otras muchas profesiones, una mujer encontrará grandes dificultades aunque esté mejor formada y preparada que un hombre.
 


Todavía hoy extraña ver a una mujer conduciendo un avión o trabajando en la construcción o estudiando electrónica.
También resulta algo raro que un chico estudie auxiliar de geriatría o enfermería.
De ahí que sea necesario concienciar desde la infancia que todas las personas tienen la capacidad de desarrollar cualquier trabajo y cualquier actividad que deseen.


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