EN EL ENTORNO INMEDIATO

La familia va a tener roles que se configuran dentro de ella y que cada miembro va a recibir y asumir según las cualidades y relaciones que se dan en el grupo familiar.
Los roles familiares no son naturales, sino que son una construcción social, pero además y sobre todo, particular de cada familia.

Entiendo que el trabajo doméstico afecta tanto a hombres como a mujeres en la misma medida y de que no se trata de “ayudar en casa” como más de una vez he oído decir sino que se trata de COMPARTIR responsabilidades que nos atañen tanto a unos como a otras.
En mi caso no podría hablar de asignación de roles familiares, porque en casa “apechugamos” los dos, no es cuestión de que una tarea porque sea aburrida o sea propiamente “de mujer” tenga que ser asumida por mí o al revés.

Trabajo en temas de igualdad desde hace más de 15 años e intento ponerlo en práctica en mi vida, en mi día a día, y por suerte la persona con la que vivo piensa de la misma manera que yo.
¿El motivo? Supongo que mucho tiene que ver que él ha estado viviendo muchos años sólo y entiende que las tareas no se hacen solas, que hay que hacerlas entre las personas que integran esa unidad familiar. En mi caso, no solo por mi trabajo, sino por la educación que desde siempre me ha dado mi madre y mi padre.

Entiendo que a los hombres les interesa ponerse las pilas y el delantal, ya que no es justo que las tareas domésticas tengan que ser asumidas solamente por las mujeres, por más que el sistema potencie la división sexual del trabajo asignando a los hombres el papel de proveedores y a las mujeres el cuidado del hogar y de quienes en él viven.

Desde siempre se han asignado inconscientemente unos roles complementarios a las partes integrantes de la familia, cuando en realidad, la función de estos roles es mantener la estabilidad del sistema familiar.

Cuando hablaba antes de que “mucha culpa” de cómo pienso la tiene la educación que me han dado mi madre y mi padre es porque ella con 77 años y él con 81 años me educaron en el seno de una familia igualitaria. A pesar de nacer y vivir en una generación en la que la mujer trabajaba dentro de casa y el hombre fuera de casa, los dos me inculcaron una educación totalmente igualitaria.

Desde pequeña he visto a mi padre pasar la aspiradora, limpiar el polvo... tareas asignadas a la mujer...pero, mientras que mi madre cocinaba, mi padre no estaba leyendo el periódico en el salón como era de esperar ( y como se espera aún por desgracia en las familias ) , no… mi padre estaba con mi madre a su lado cortando las acelgas, haciendo la ensalada o guardando la compra del día...no “la ayudaba” sino que “compartía “con ella sus responsabilidades , las responsabilidades de ambos.

Simplemente quería poner este ejemplo, siempre han hecho todo juntos, nunca he oído ningún comentario sexista ni fuera de lugar por parte de ninguno/a. Tanto mi madre como mi padre han trabajado tanto fuera como dentro de casa. Entiendo que es una obligación de cada persona que vive en el seno familiar, pero principalmente de respeto.

Las tareas que derivan de un rol social pueden ser realizadas indistintamente por hombres o por mujeres, aunque habitualmente se asignan las tareas a unos y otras limitando la libre elección.

Con frecuencia, los roles femeninos están relacionados con el ámbito de lo privado, no se visibilizan ni, por tanto, se valoran (limpiar el hogar, cuidar a los hijos e hijas…). Los masculinos se relacionan con el ámbito público, el trabajo fuera del hogar (aportar dinero a la familia, prestigio profesional…) y son más valorados por la sociedad en general.

El ámbito donde más se aprenden y refuerzan los roles es la familia. De ahí la importancia de las tareas que se desempeñan en este espacio y que las llamamos roles familiares y de ahí la importancia de poder hacer partícipes de alguna manera a mi madre y a mi padre en esta práctica.

Y la viñeta que he elegido creo que es muy gráfica, aparte de volver a hacer hincapié sobre todo en los conceptos de educación y respeto que menciono a lo largo de la actividad y por supuesto dejando claro que la corresponsabilidad indudablemente nos beneficia a todas y todos.