Para
esta tarea he elegido la película LAS MUJERES DE VERDAD TIENEN CURVAS de
Patricia Cardoso no sólo porque destaquen los personajes femeninos (Ana, Doña
Carmen, Estela, Pancha o Rosalie muestran sus vidas, sus trabajo, sueños y
aspiraciones), sino porque el papel de la protagonista, Ana, rompe los
estereotipos fílmicos de género y también con los estereotipos de
representación de la población inmigrante.
El
protagonismo de Ana es esencial en la película. En su viaje iniciático
hacia la madurez, conocemos cómo le afectan los mandatos de género -que no
afectan a los hombres- somos testigos de cómo se transforman sus relaciones con
su entorno familiar, especialmente con su hermana Estela, y cómo vive su
primera experiencia amorosa y sexual.
El
desarrollo de su personaje pone en marcha diversos procesos de
visibilidad, identificación y de empatía. Por un lado, visibiliza problemáticas
vitales a menudo ocultas por afectar a los ámbitos domésticos y personales
y, por otro, crea nuevos procesos de identificación alejados del imaginario
patriarcal.
En
‘Las mujeres de verdad tienen curvas’ conviven diversos personajes femeninos.
Destacan dos modelos de feminidad muy marcados y diferenciados.
La feminidad tradicional y patriarcal está representada el personaje
de Doña Carmen, Ana refleja, un nuevo modelo de feminidad moderna.
Ella lucha por definir su identidad fuera de los modelos
tradicionales.
Doña
Carmen es una figura respetada en su ámbito familiar y laboral, de
ahí su rango de “Doña”. Ha trabajado durante toda su vida, tanto en su México
natal como en Los Ángeles. Considera que el destino natural de las mujeres
es el matrimonio y la maternidad.
La
película finaliza con la imagen de Ana en las calles de Nueva York. En un claro
guiño a espectadoras y espectadores, finalmente camina del modo que siempre la
ha corregido su madre, “erguida, recta, como una dama”. Este final es
positivo y vitalista.
Nuestra
heroína particular- una heroína única en el panorama cinematográfico por
los rasgos vistos anteriormente -nos ofrece nuevas posibilidades de
identificación. Es una heroína cotidiana. No es una gran heroína
cinematográfica, como son los grandes héroes masculinos que, destinados a
elevadas misiones, salvan a la tierra o a la humanidad. Pero su lucha no
se adscribe únicamente a la cotidianidad. Dada su procedencia mexicana, la
fuerte oposición familiar, la situación económica, su logro de ir a la
Universidad es equiparable a las misiones de los héroes. ‘Las mujeres de verdad
tienen curvas’ ofrece además de una tipología de heroína que no es
víctima.
Otra
gran aportación son nuevos modos de representación del cuerpo, la
sexualidad y el amor.
El
modelo y canon de belleza occidental como categoría construida ha variado a lo
largo de la historia. Actualmente, las modelos y actrices fijan en
las sociedades postindustriales, democráticas y capitalistas, el ideal de
belleza femenino. Mujeres famélicas que no representan a la mayor parte de las
mujeres imponen la dictadura de cuerpos irreales e inalcanzables. El cine
tiene mucho que ver con la difusión de estos cuerpos.
La
dictadura del físico es otra de las formas de control hacia las mujeres.
Históricamente el canon de belleza ha afectado a las mujeres de manera
especial. No obstante, desde la última década el culto a los cuerpos perfectos
y esbeltos afecta también a los hombres.
Según
el canon de belleza occidental actual las protagonistas de la
película se considerarían gordas. No es habitual que el cine
represente estos cuerpos.
El
título de la película es en sí mismo una declaración de principios y de
intenciones. Las mujeres reales, las mujeres de verdad no son delgadas,
tienen formas, tienen curvas. Por supuesto que a las mujeres de la película les
importa su aspecto. De hecho, Ana llega a afirmar que le encantaría adelgazar,
pero no dejan que su aspecto físico determine su existencia. Son felices
tal y como son o aprenden a serlo.
En
definitiva, ‘Las mujeres de verdad tiene curvas’ es una película única,
que ofrece nuevas posibilidades de identificación lejos del orden simbólico
patriarcal: por el protagonismo de sus personajes femeninos, tanto la heroína
que representa Ana, como el soberbio retrato de Doña Carmen, esa madre
autoritaria; por la representación de las masculinidades; por mostrar esos
cuerpos reales alejados de la dictadura del canon de belleza occidental; por
construir una relación amorosa lejos de los patrones patriarcales del amor
romántico y por mostrar la sexualidad responsable y libre.
Os dejo el enlace
a esta magnífica película por si tenéis ocasión de verla:
o el trailer :
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